domingo, 7 de noviembre de 2010


Narcopolítica: Juventud, miedo y violencia.

Narcopolítica:

Juventud, miedo y violencia.


Algunos hombres no buscan algo lógico.

No pueden ser comprados, tiranizados o negociados.

Algunos hombres apenas quieren ver al mundo arder.

TDK, 2008.


En el siglo XX, Ho Chi Minh pensaba qué el recrudecimiento de las condiciones llevaría a la sociedad a la revolución; en el caso mexicano, despolitizado desde 1970, la tesis no alcanzará a concretarse. La violencia, el narcotráfico y el terrorismo del Estado, vía los medios masivos de comunicación tienen presa a la ciudadanía. El pánico ahora es la carta de presentación de éste imperio de violencia y abandono de la política.

El miedo es una emoción vital del ser humano, sirve para adaptarse, defenderse y sobrevivir ante el medio donde se desarrolla. El miedo incluso puede ser una fuente de hacer la política, “la más antigua regla sostiene que los hombres se reúnen para mantenerse vivos y permanecen reunidos para vivir un buena vida”, hasta aquí podemos entender el miedo como una función vital: social e individualmente. El pánico es la aceleración de las condiciones, el uso de la violencia sobre los otros; durante un ataque de pánico, se experimenta ansiedad, taquicardia y una fuerte sensación de muerte, ante esto, es improbable que el ciudadano desee actuar, por lo tanto dejará de hacer política.

En este sentido, el mes de octubre fue uno de los más violentos, su centro fueron los jóvenes, en una semana asesinaron casi a 40 en Tijuana, Ciudad Juárez y Nayarit, sin hacer tantas conjeturas, es una ruta comercial, relacionada con la marihuana decomisada y la detención/desaparición de Ezequiel Antonio Cárdenas Guillen “El Tony Tormenta”, el pasado viernes 5 de noviembre. El Distrito Federal ya no es impune a ésta situación, 6 jóvenes fueron acribillados en la colonia Morelos, barrio bravo de Tepito. René Arce, diputado cercano al PAN del DF y que promociona su Partido de la ciudad, asegura que el crimen organizado ha llegado a la metrópoli.

El operativo para eliminar al hermano de Osiel Cárdenas Guillen, duró ocho horas, en diversos municipios de Tamaulipas reportaron balaceras y episodios de pánico colectivo, la cifra oficial fue de sólo 5 muertos: tres marines, uno soldado y un periodista; las redes sociales hablaban de 40; alrededor de 80 vidas, la colaboración de Edgar Valdés “La Barbie” y granadas de calibre 40 usados por la Marina, costó eliminar a un enemigo más de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, confrontado durante una fiesta. Los medios masivos dicen que fue un trabajo de inteligencia con duración de seis meses, destacando la corrupción en diversos mandos policiacos.

Este domingo se da a conocer la aparición de narco-mantas en estados de Oaxaca, Guerrero, Quintana Roo, Guanajuato y Tamaulipas. Los Zetas pretenden controlar las plazas del cártel del Golfo. En medio quedó la sociedad: niños, jóvenes, mujeres, ancianos, sometidos a este infierno. Desde Guerrero, estamos ante el desenlace de una tragedia: 20 michoacanos secuestrados hace un mes, fueron enterrados vivos prácticamente desde el día de su desaparición, cada una de sus familias están reconociendo los cuerpos, aún hay dos personas desaparecidas, fueron ejecutados por órdenes de un sicario cercano a “La Barbie”. En Ciudad Juárez un grupo armado asesino a 7 personas. Felipe Calderón advierte más ataques en uno de sus diálogos por la seguridad, recordemos su frase: “si ven que esta saliendo polvo por la ventana, es porque estamos limpiando la casa”, de manera que, de los 30 mil muertos, sólo el 8% tienen averiguaciones previas.

En la misma Ciudad Juárez, la Policía Federal disparó contra un estudiante de primer semestre de sociología, en una marcha cuyo contexto es un foro para discutir este México de disparos. La solución del Ministerio Público: dejarlos libres, pues su delito al no ser grave, alcanza fianza; el joven vivirá por el resto de su vida convaleciente. La violencia entonces será acompañada de la corrupción y de la impunidad. Hoy el Gobierno Federal nos receta una policía unificada como la PF, recordemos que ese es uno de los orígenes de los Zetas, eventuales ganadores de la desaparición del Tony Tormenta.

Previó a estos golpes ante el narco en México, la prensa de los Estados Unidos –The Washington Post- alentaba a su gobierno para apoyar la lucha contra el narcotráfico con más dinero y otras medidas, en esta semana nos enteramos de una detención de 45 miembros de La Familia en Atlanta, el gobierno del norte ya entra de lleno a la guerra. En medio quedarán los inmigrantes, sin olvidar el asesinato de los 72 salvadoreños, hondureños y guatemaltecos, a finales de septiembre. Hoy un movimiento de mujeres hondureñas llegaron a México para buscar a sus hijos, hijas y maridos desaparecidos, asciende alrededor de 8 mil las personas en estás condiciones, en tanto que niños, jóvenes y mujeres mexicanas tienen tendencias al suicidio, como muestra de estos daños colaterales.

Las prácticas contra los jóvenes son signos de conflictos bélicos, sea el narco o el Gobierno Federal, al atacar a este sector de la población nos envían el mensaje: la muerte a la esperanza. Es la muestra máxima de la narcopolítica. Las condiciones para un conflicto bélico se están gestando con la aparición de escuadrones de la muerte, la combialización mexicana es una realidad. Sólo nos falta la intervención directa de los Estados Unidos. El Salvador ya se ha afiliado a la lucha contra el crimen organizado transnacional, así lo remarcó Mauricio Funes en su visita a finales de septiembre.

Para terminar el pasado martes 2 de noviembre, los republicanos le ganaron a los demócratas, Obama tiene de aliado al Senado, en tanto la Cámara de Representantes cambio de color: El de la guerra. Si Barack desea reelegirse patrocinará un conflicto bélico, entre los triunfos: la movilización de capitales y la perduración del sistema económico; las pérdidas, al parecer las seguimos contabilizando, ante la inmovilidad que produce el pánico entre los jóvenes.

Vigilante Nocturno.