domingo, 16 de enero de 2011


Santos de los últimos tiempos.

Abrace a los suyos y aférrese
que aquí no es bueno el que ayuda
sino el que no jode, acuérdese.
Hasta mañana...

Noticiero de la mañana.

Santos de los últimos tiempos

Será la presencia del nuevo signo zodiacal –constelación entrometida– Ofiuco, ó el anunció de la beatificación de Juan Pablo II, pese “ignorar” que entre sus amigos y productor de sus arcas, estaba el mismísimo diablo en persona: Marciel Maciel, por ello el “México siempre fiel”; pero la política reclama sangre, tan sólo en 14 días van 514 ejecuciones, sin contar los femenicidios en el Estado de México, donde el Gobernador aseguró al puro estilo (mimetizado) panista: “seguramente las mujeres por vestir como cuscas provocan a los hombres, siendo culpables de su desgracia; mujeres que no radican en esa entidad”. Salvo Paullete, de donde saldrá el heredero. Ella debería ser una beata, porque logrará el milagro de la sucesión.

Ya en tiempos de los más ingratos del año pasado, oíamos que la iglesia católica, desde Guadalajara creaba escuelas para liberar del demonio del homosexualismo a sus feligreses, debería aprovechar y crear una comunidad para atender a todos los padres pederastas de sus filas, con la evocación de S. S. Juan Pablo II, antes de que el Estado laico –una jalada para Onésimo Cepeda– quiera copiarle la idea y cobrar más regalías que ellos ó incluso los empresarios, que como reyes Midas del 2011, todo lo que tocan se convierte en oro. Por si acaso en Guanajuato otra bastión del Yunque, regresarán las clases de religión, para que nuestros buenos corazones rechacen la violencia y hasta la obesidad será combatida, clausurando tienditas que vendan comida chatarra, retomemos el camino del amor, de la fe, de la caridad y felicidad, en caso de no lograrlo, Televisa se encargará de mantener a la sociedad en una etapa de comunidad ilusoria.

A esta campaña de tan buenos sentimientos y deseos, se unirán todos los dadivosos corazones que saben interpretar correctamente de que trata este “entre-violencia”; el entre-los-hombres, que planteaba la idea de hacer política se ha trasladado al “entre-violencia”; como mesías emergerán los profetas de la paz y de la cordialidad, fin de cuentas, los planetas se han alineado: Ofiuco y Juan Pablo, futuro primer santo neoliberal, cerca de ser más milagroso que la guadalupana. Los otros cultos serán presa de persecución, sometimiento, satanización, ignorados y denigrarlos, será pues, una asunto de “naquitos” o gente del mal, como la Santa Muerte, creencia de narcos y delincuentes… al puro estilo snob, porque no mejor el Ejército y la Marina los mata por miles, para que un día México amanezca limpio y más rojo que en estos momentos. La inquisición del siglo XXI, ha comenzado su campaña.

Por otro lado, las televisoras y las disqueras generarán los nuevos signos de los tiempos, ahora el mercado más rentable será el de preferencias diversas, a través del mensaje de paz, amor y libertad de expresión, el rating, marketing y el consumo estarán al orden del día. Para los deseosos de la caída del capitalismo, mejor tomen un lugar más cómodo, no porque quiera que dejen de luchar, sino para que no se cansen de indignar… (No quiero ser grosero y decirles ¡que se compren una revolución!) porque esto no se acaba, hasta que se acaba. Y en medio se quedarán los jóvenes, ávidos de sentir, de expresarse y de vivir, antes que preparados, vivos; antes que instruidos, sentidos; antes que razonados, consumidos y consumistas. ¡Vaya suerte heredada para ésta nueva generación!

Por si acaso desean ser de la élite preparada, las puertas les están cerrando y sus virtuales defensores, son de poner “estados en redes sociales” más que estar entre-la-gente. La ciberconciencia irá de la mano de los intelectuales transgénicos (sino se entiende lo de transgénico, se refiera a la mutación de los orgánicos a lo trans, de menos los anteriores como plaga, explicaban el mundo; los transgénicos, sólo reproducen lo que a su entender es lo de hoy.) Otra subespecie, “los intelectualillos”, parafraseaban y someten al gusto, lo que leen. Ahora con que sea la voz de un sabio, de la tv o del argot, es palabra de dios.

Ya ha pasado el boom de los festejos, tal parece que la campaña ha dado triunfos, los enajenados siguen pensando que todo es un asunto de mentalidad y buenos deseos; del otro lado, la disidencia aún espera el momento propició para reorganizarse: las condiciones, las formas y hasta las vanguardias (mejor no lo digo así, no sea que se me discuta esa idea) sino es como se ha expresado en papel hace casi 200 años, no será nunca.

Mientras “los niños bien”, es decir los jóvenes que ingresan al mercado laboral son seducidos por grandes ofertas, que resultan ser un fiasco, los encabezados versan: “Empresa líder en… seria, responsable, solicita… (Enumerando una gran cantidad de atributos), interesado pedir informes o enviar su curriculum vitae para evaluar, en caso de que nos interese nos pondremos en contacto con usted.

La mayoría de esas “plazas” no llegan a ser ni subempleo, carecen de prestaciones de ley, son contratados por tiempos definidos, por una constante evaluación y supervisados de otros empleados, que sólo aspiran a eso. Los grandes puestos anunciados con bombo y maracas, terminan siendo sólo una vuelta de tuerca; los seducidos odiarán su labor, es una carga que no puede tolerar, ni dejar de lado, de lo contrario serán parte de la estadística del desempleo, creciente año con año desproporcionalmente.

Los jóvenes en esos empleos son obreros del siglo XXI, peor aún. Los obreros tienen derecho a la huelga, a la organización sindical y ellos, deberán asistir todos los días, sin llegar tarde o irse más temprano, tomar todas sus precauciones para no exteriorizar sus críticas y dejar sus sueños en el olvido. Ya ni hablar de jubilación, vacaciones o servicio médico. Los jóvenes en el mejor de los casos, están destinados a ser sólo un engrane en esta nuevo capitalismo informático, la individualización en su máximo esplendor, sin convivencia entre ellos y el trabajo como piedra angular

Mejor nos encomendamos a los santos: Ofiuco, Juan Pablo, Dios, la Santa Muerte o la Guadalupana, por qué la cosa, como dice algún locutor –corregidor de adolescente vía televisa– la cosa se va a poner en todo su dios padre. En menos de 13 días, México contrajo más deuda: El FMI aprobó un crédito de 72 mil millones de dólares. Y el BID prestó más de 600 mil millones de dólares. ¿Hacía a donde vamos?...

Vigilante Nocturno