Perros, protestas y
vagabundos
El uso del espacio en
la ciudad de México
“Que
no sepa tu mano izquierda, lo que hace la derecha”
Han pasado 35 días de
la toma de posesión de Miguel Ángel Mancera como nuevo Jefe de Gobierno, todavía no
estaba revestido con el cargo y ya le esperaba resolver –aún no lo hace– uno de
los hechos que empañará su gestión, luego de las protestas el 1° de Diciembre
con la toma de posesión de Enrique Peña Nieto, y las redadas que la PGJ-DF vía
Marcerlo Ebrard mandó para detener a los jóvenes, acusarlos de violentar la paz
pública. Más de 100 los detenidos en un
principio, después redujo a 69 y 14 fueron procesados, salieron en libertad
bajo fianza, el 27 de diciembre, ante la presión y la modificación al artículo
362 del código penal de la ciudad. La Procuraduría se empeña en continuar con el
caso, a pesar de no encontrar pruebas para demostrar la culpabilidad de los 13
varones y la única mujer, asimismo, informó recientemente que se siguen
buscando a culpables, solicitando el apoyo de la ciudadanía para identificar
personas en videos.
Apenas salíamos de este
penoso evento –muestra de la mano dura que en los dos niveles de gobierno se
espera mantener– cuando la nota de los
últimos días es un hecho risible, una
jauría de perros asesinó a 4 personas, 5 ó 6, dependiendo de la fuente y la
seriedad de quién informe el evento, en las primeras investigaciones de la
PGJ-DF se llegaba a la conclusión de que las 4 víctimas confirmadas, tenían
marcas de mordidas de perro –también presentan otras lesiones, que ahora han
sido utilizadas por medios poco serios,
sobre el uso del vudú en estos homicidios– el hecho aun no concluye, aunque
hasta hace unas horas, ya se había desistido de que los capturados fueran en
realidad los autores de esta masacre, asociaciones civiles en pro de los
animales se harán cargo de ellos.
En ambos casos al
parecer el final será acusar a inocentes y dejar en impunidad los delitos, los
14 procesados tienen un largo camino por recorrer para comprobar su inocencia;
los perros en el mejor de los casos tendrán una familia, aunque los autores
intelectuales de los homicidios sigan libres, como los jefes de quienes
enviaron provocadores a la manifestación del 1Dmx. Sin embargo, las redadas contra perros en
Iztapalapa, Chapultepec y Aragón obedecen a otro tipo de normatividad.
Luego de las primeras conclusiones
de la PGJ-DF sobre los homicidios en el Cerro de la Estrella, el delegado de
Iztapalapa Jesús Valencia, informó que cercará y alumbrará las inmediaciones
del lugar –No es el único lugar en zona verde que está
encerrado, hacía la salida de la ciudad, hay un parte cuyos dueños, ni siquiera
son el gobierno local–. La recuperación del
espacio en la ciudad de México es un negocio, en el que son pocos los que
tienen las concesiones y aunque en apariencia muchos somos los beneficiados, en
realidad nos están presentando una sociedad simulada.
Este tipo de ejercicio
simulado, no es novedoso, Foucault nos recuerda que en Francia, so pretexto de
la locura, después de erradicar a la lepra, fue motivante para encerrar a
pobres, vagabundos y locos, detrás de esta campaña, en el Hôspital Général, decide, juzga y ejecuta a los remitidos, la idea
era un orden monárquico, como de los burgueses por imponer disciplina en las
sociedades, Juan Luis Vives, humanista, filósofo y pedagogo español, recomendaba
que en todas las ciudades recorrieran las calles para llevar un registro de los
miserables y condenarlos al encierro para bien de todos, la Iglesia católica
retoma el ideal y la práctica antes del Concilio de Trento, en 1657 Vicente de
Paúl aprueba la medida, años más tarde toda el clero francés lo ejecuta por orden de Luis XIV, el obispo de Tours
aseguraba que tenían que sacar “la hez de la República”. En adelante habrá dos manera de ver la pobreza y la miseria, por un lado: la
región del bien, es decir, pobreza sumisa y conforme al lugar que dios le dio,
por el otro la región del mal, la pobreza que intenta escapar de este
sometimiento. La primera acepta el internamiento encontrando reposo, la segunda
lo rechaza y en consecuencia lo merece.
El internamiento, es un
asunto de la “policía”, es el conjunto de medidas sobre “el hacer” del trabajo, realidad necesaria, para
quienes no lo tiene. El internamiento tendrá otro sentido, ya no sólo es
encerrar a los que no tienen trabajo, sino significa mano de obra barata,
reabsorción de los ociosos y protección social contra la agitación y los
motines. La idea no era para darle
trabajo a los ociosos, sino acostumbrar a los pobres a conseguir por sus medios
lo necesario para subsistir, incluso había acuerdos con los empresarios para
“generar más motivación”. En suma, el encierro cumplía la función de
administrar el ocio, el desempleo y la misma mano de obra, de manera que hasta
la producción estaba subordinada, otra función era disimular la miseria de las
sociedades, detrás del deseo de ayudar al miserable, se le reprime, el deber de
hacer caridad estará acompañado del castigo.
En la ciudad de México,
previo a los eventos mencionados, se anunció con bombo y maracas la
reinauguración de la Alameda Central, de hecho uno de los móviles de escarnio
contra los manifestantes –aun vigente, es la destrucción de la propiedad
privada o pública– previo a ello, durante la gestión de Ebrard la plancha del
Zócalo será usada como centro de espectáculos, sea por temporada o de eventos
culturales, incluso concierto, el asunto
es una medida impactante para que las manifestaciones no se concentren en tan
histórico lugar para ello.
Los vagabundos que ahí
se alojaban, como las otras actividades que en ella se desenvolvían: prostitución,
venta de estupefacientes o vendedores ambulantes fueron desplazados, si una
persona camina desde el Zócalo hasta el
monumento a la Revolución, y por el paseo de Reforma, se siente de primer
mundo, incluso la calle Madero ya es de paso peatonal, por ahí caminaron no sólo
los insurgentes, o los ejércitos de Zapata y Villa, sino también tantas
manifestaciones del pueblo.
El dueño de todas esas
novedades para la familia tiene nombre, quien invirtió en esa zona
turística-comercial, también lo hizo en la Basílica de Guadalupe y en otras partes de la ciudad, las campañas
para erradicar la “hez de la ciudad”, estarán promovidas por ellos, las redadas
de perros y su esterilización se dio en zonas marginales del DF, –no he visto
módulos en otras partes emblemáticas– el
uso de los espacios donde la juventud con otras preferencias, también sufrió
para mantenerse a flote, concentrada ahora en una zona especifica. Incluso la vestimenta y el tipo de música ha
sido motivo para detener y perseguir jóvenes, concentrados en áreas limítrofes
de la ciudad.
Expulsar a personas en
condiciones de calle o a los representantes de los 400 pueblos, no son medidas
disociadas de esta aparente sociedad progresiva, mientras los delitos graves no se persiguen, las 9, 268
personas desaparecidas en el DF durante el sexenio pasado, que a nivel federal
los que más sufren esta vejación son los estudiantes, sobre todo hombres, siendo
un cifra de 1, 746, de un total de: 29,
386, las redes de trata de personas y la presencia de cárteles ó el desvió de
recursos de otras dependencias, para fortalecer al cuerpo policíaco práctica
en todos los niveles de gobierno, pero que en este caso es relevante pues se
trata de dos personas en pugna: Esther Orozco –todavía rectora de la UACM– y la
gestión de Marcelo Ebrard. (Véase http://bit.ly/VIst9O ).
Favor de no confundirse, campañas de esterilización de animales, recuperación de espacios recreativos,
el aumento de policías en las inmediaciones más atractivas, no han erradicado la pobreza, aumentado el nivel
educativo o elevado la calidad de vida de la ciudad. Por último el pasado lunes se instalaron los juicios orales en materia mercantil y civil en la ciudad, con la puesta en operación de 20 salas.
Vigilante Nocturno
*Para mayor referencia
a las cifras de desaparecidos revisar: Anabel Hernández, "De Calderón a Peña Nieto: los
que se esfumaron”, Revista Proceso, número 1887, 30 de Diciembre de
2012.
El texto de Foucault
que retomó es: Foucault, Michel, Historia de la locura en la época clásica
I, Fondo de Cultura Económica, Breviarios, México, 2002.
Y la nota sobre el
desvió de recursos es: Alejandro Cruz, “Se desviaron $460 millones del Icyt a
programa de seguridad” en La Jornada, 9 de enero de 2013, pág. 33.